Descripción
Un aula no es solo un grupo de individuos; es una oportunidad para construir una comunidad de aprendizaje, un espacio donde la seguridad psicológica y el respeto mutuo son la norma. Sin embargo, incluso en las mejores comunidades, las situaciones desafiantes son inevitables. Marzano (2003) enfatiza que saber cómo gestionarlas de manera constructiva distingue a los docentes expertos. En este micro-tema, descubriremos cómo fomentar un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida, y cómo abordar los conflictos, las distracciones tecnológicas o la participación desigual con protocolos que respetan la dignidad del estudiante adulto y transforman los problemas en oportunidades de crecimiento.




